Desde Guatemala, el movimiento se extendió a la vecina Honduras y luego, a través de una notable mujer cristiana y trabajadora infantil, María de Dolores, a Nicaragua en un gran distrito escolar. ¡Allí se matricularon 5.000 niños sólo en el primer año! Se han enviado materiales a Chiapas, el estado más meridional de México, y esperamos pronto poder dar un informe del movimiento en ese gran país.

Cada estudiante del programa necesita una copia del libro, con un total de 32 lecciones en cada uno. El costo de producción es sorprendentemente bajo y rezamos para tener pronto la demanda y el apoyo para nuestro primer millón de copias. Se dan muchos testimonios de que este sencillo programa de una lección bíblica por semana no sólo está cambiando a los niños sino que ya está marcando una diferencia visible en el carácter de sus escuelas, familias y comunidades. Por este motivo, no sólo las escuelas individuales, sino también distritos escolares enteros solicitan los materiales y los cursos se incluyen en el plan de estudios oficial de muchas escuelas.